Mensaje para la Fiesta de la Fundación de la Congregación
Cada año el 16 de julio nos invita a sintonizarnos con la inspiración fundamental que dio origen a la Congregación en 1849. Nuestro humilde comienzo no contó con posesiones materiales o con un gran número de predicadores para emprender “la gran obra” que comenzó ese día. No tenemos “plata ni oro” (cfr. Hch. 3, 6) para asegurar nuestra vida y misión, sino solo el espíritu del Señor Resucitado que vive en nuestras vidas como el “fuego del amor de Dios”.
Es el primer paso concreto que da el candidato para pertenecer a la Congregación. Es la fase de preparación para el Postulantado.