La comunidad Claretiana de Tarija
fue jurídicamente constituida en 1926, pero ya desde abril de 1925 estaban en
Tarija dos claretianos: Mons. Font, primer obispo de Tarija, y el P. Sesé.
Durante 50 años la comunidad residió en la casa de la catedral y se encargó de
la parroquia San Bernardo, con sede en la catedral. Entregada esa parroquia a
los sacerdotes diocesanos, la comunidad pasó a la casa e iglesia propias
construidas en el barrio de Fátima. La comunidad tiene confiadas dos
parroquias: la de Nuestra Señora de Fátima de carácter urbano, pero con barrios
distantes del centro a más de 4 Km, y la de Santa Ana, toda ella rural, que
cuenta con 46 comunidades campesinas algunas de ellas a distancia de más de 2
horas en jeep. La comunidad está centrada en el anuncio y extensión del Reino
de Dios mediante el servicio misionero de la palabra, la liturgia, la creación
de pequeñas comunidades cristianas, la solidaridad con los más pobres y la
formación de nuevos evangelizadores.
Miembros de la comunidad son: